¿Quiénes somos?

 El 15 de febrero de 2017, en el aniversario de las movilizaciones globales contra la guerra de Irak, hicimos pública, con la creación de esta web, lo que había sido la coordinación de grupos y personas que se movilizaron el 12 de diciembre de 2016, mediante concentraciones en una treintena de ciudades, contra la guerra de Siria y “las guerras olvidadas”

Actualmente somos gentes antimilitaristas que participamos en aquella singular movilización estatal las que seguimos colaborando en la redacción, edición o traducción de los artículos de esta web/blog, que ha pasado a denominarse como el servidor que la aloja actualmente, mambru.info, y así se recupera la cabecera de la histórica publicación del Movimiento de Objeción de Conciencia al servicio militar obligatorio, que salió a la calle por primera vez un mes de diciembre de hace ahora 40 años.

…que ha pasado a denominarse como el servidor que la aloja actualmente, mambru.info, y así se recupera la cabecera de la histórica publicación del Movimiento de Objeción de Conciencia al servicio militar obligatorio, que salió a la calle por primera vez un mes de diciembre de hace ahora 40 años.

El Colectivo Antimilitarista de Zaragoza «Mambrú» es una organización que continúa la labor iniciada por colectivos previos como el COA-MOC (Colectivo de Objeción y Antimilitarismo – Movimiento de Objeción de Conciencia). Nuestro colectivo ha estado históricamente vinculado a la lucha contra el servicio militar obligatorio (la «mili») en España, conocida como Insumisión, así como a formas de desobediencia civil, de objeción de conciencia (como nuestro apoyo a los movimientos de deserción en la guerra de Rusia contra Ucrania) y al antimilitarismo en general.

Participamos en campañas contra la presencia militar en actos públicos (como ferias educativas o eventos institucionales), denunciamos el rearme, la venta y comercio de armas, en particular desde el gobierno español a territorios en guerra (como el actual genocidio perpretado por el Estado de Israel en Gaza). Ofrecemos talleres, charlas y edición de materiales educativos sobre antimilitarismo. Así mismo colaboramos en la divulgación de alternativas a la defensa armada. Además, denunciamos la vulneración de los derechos humanos de la población que sufre las guerras en curso o regímenes autoritarios y divulgamos experiencias de resistencia civil que hacen frente a los mismos en sus propios países en conflicto.

Nuestro grupo antecesor, COA-MOC, surgió en los años 80 en el contexto de la lucha contra el servicio militar obligatorio y por la abolición de los ejércitos, que fue finalmente suspendido en el año 2001 en el Reino de España. Todo ello fue posible tras una larga lucha, de gran apoyo social, emprendida en los años setenta que condujo a la cárcel a más de dos mil insumisos. Nuestro movimiento se negaba expresamente al reclutamiento forzoso, que entendemos como una escuela de militarismo y de preparación para la guerra. También nos negábamos a realizar la prestación sustitutoria que imponía el Estado como castigo a quienes decidían declararse objetores de conciencia.

El movimiento antimilitarista no desapareció con el fin de la mili: evolucionó hacia nuevas formas de activismo contra el militarismo, la industria armamentística, la cultura de guerra, el control policial de nuestra sociedad y su militarización. Mambrú es un colectivo autogestionado, horizontal y asambleario, heredero del pacifismo radical (queremos ir a la raíz de los conflictos bélicos y denunciar las causas de las guerras y del militarismo). Uilizamos, y promovemos, como herramientas de lucha la desobediencia civil y la acción directa noviolenta. Colaboramos con otras redes afines como la Internacional de Resistentes a la Guerra, la #ObjectWarCampaign (#CampañaObjetaraLaGuerra en español), organizaciones feministas antimilitaristas como Mujeres de Negro contra la Guerra…

El colectivo Mambrú, y ahora su web, toman el nombre del que tenía la antigua revista antimilitarista publicada por el COA-MOC desde los años ochenta hasta principios de los dos mil. Una publicación impresa que sirvió primero como órgano de expresión y debate en el ámbito local y después lo fue a nivel estatal de todo el Movimiento de Objeción de Conciencia. MOC

Volviendo a la iniciativa digital que ahora ha confluido con la de la nueva etapa de mambru.info, mencionamos a algunos de los colectivos, grupos y entidades que participaron en su paso previo de impulsar la movilización desde lo que luego se llamaría la Coordinadora 12D “En Pie de Paz”, o que luego se incorporaron a ella, que fueron:

Como referencia de temáticas que abordamos en redes en su momento puedes visitar https://www.facebook.com/EnPieDePaz/ ó https://www.facebook.com/SiriaStopWar/

También mantuvimos un tiempo este perfil de twitter (@EnPieDePaz_): https://twitter.com/EnPieDePaz_

Pronto nos podrás localizar en la red social bluesky por @mambru.info. De momento el perfil está localizable como  @mambrumoc.bsky.social: https://bsky.app/profile/mambrumoc.bsky.social

Imagen: Salamanca. Plaza Mayor.
Una de las 34 concentraciones realizadas simultáneamente el 12 de diciembre de 2016 bajo el lema “Siria. No a la Guerra. Stop War”

 

¿De dónde partimos?

Este que sigue fue el texto que nucleó las citadas movilizaciones de diciembre de 2016:

SIRIA. NO A LA GUERRA. STOP WAR

Formamos parte de la multitud avergonzada de esta Europa Fortaleza que se amuralla y que vulnera la legislación internacional sobre derechos humanos.

Y es que no sufrimos de ceguera ante lo que está ocurriendo y por eso hoy nos hemos convocado de nuevo simultáneamente en las plazas de las ciudades para unir nuestras voces en un solo grito: NO A LA GUERRA.

En el marco de las revueltas árabes y de las posteriores contrarrevoluciones, Siria sufre, desde hace más de 5 años, una cruel guerra, en la que ya han muerto más de 470.000 personas y que ha causado más de 11 millones de personas desplazadas y refugiadas en el interior del país, en los países vecinos y miles de muertes en el mar Mediterráneo.

La guerra en Siria ha provocado una de las mayores crisis humanitarias, la mayor después de la II Guerra Mundial, de tal manera que tanto organismos internacionales como ONG’s y personas voluntarias han condenado no sólo la escasa implicación de Europa en las ayudas, sino también las devoluciones en las fronteras terrestres y marítimas, el lento acceso a procedimientos de asilo efectivos y las inadecuadas condiciones de acogida.

Las causas del conflicto son diversas: la represión de las iniciales protestas pacíficas que desencadenó luego enfrentamientos armados, la irrupción de grupos yihadistas, y la injerencia de potencias extranjeras que, lejos de dirigir sus acciones hacia la paz, provocan aún más muertes, más destrucción y dificultan aún más la posibilidad de una salida democrática al conflicto, convirtiéndolo en una nueva guerra de poder mundial entre EEUU y Rusia (y sus aliados respectivos) que amenaza la seguridad de toda la humanidad y del planeta.

Cualquier solución debe pasar por el respeto de los derechos y libertades de los diversos pueblos y habitantes de la región.

Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Siria y la voluntad de presionar para que se produzca una salida de la guerra a través del diálogo, empezando por un alto el fuego real que sea respetado para que se detengan las matanzas, provocadas muy masivamente por bombardeos aéreos sobre ciudades sitiadas donde malviven actualmente más de 970.000 personas, y para que se inicie el retorno de la población desplazada y refugiada, y la reconstrucción del país.

Condenamos la dramática situación que se vive a día de hoy en Alepo este, donde ya sólo subsisten 200.000 habitantes y ningún hospital sigue en pie. Exigimos el fin inmediato de los bombardeos de la aviación rusa, del gobierno sirio, y de cualquier otro contendiente, sobre la población civil de Alepo.

No puede haber ninguna razón o justificación por parte de ninguno de los bandos armados, ninguna explicación o excusa, para no poner fin a los bombardeos a instalaciones médicas y a otras infraestructuras civiles, ni para impedir la llegada de ayuda, medicinas y alimentos, a la población civil.

Denunciamos el suministro de armas a la zona, en el que está implicada España, que sólo alarga el conflicto y aumenta el sufrimiento de la población. Las potencias que aportan armas son cómplices de la matanza.

Por todo lo expuesto, queremos manifestar que:

  1. Nos solidarizamos con las fuerzas democráticas del conjunto de Siria, atendiendo a su diversidad de pueblos y religiones
  2. Rechazamos el uso interesado del conflicto sirio para intentar justificar actitudes y medidas xenófobas en nuestro país y en el resto de Europa
  3. Exigimos un cambio fundamental en las políticas del Estado español y de la UE en cuanto a las personas refugiadas y pedimos que se cumplan el derecho internacional, los derechos humanos, y las recomendaciones de las agencias competentes de la ONU: denunciamos el acuerdo de la vergüenza entre la UE y Turquía.
  4. Consideramos que hay que cambiar las políticas de asilo, de atención a la población refugiada, y de rescate marítimo. La Unión Europea y los estados deben establecer vías seguras y legales a potenciales solicitantes de asilo con el fin de garantizar el derecho a la vida y la dignidad humana en las diferentes etapas de su desplazamiento forzado, desde su país de origen, en los de tránsito y en los de su acogida.
  5. Instamos a la Europa Fortaleza a que en lugar de enviar buques de guerra de la OTAN al Egeo de más de 5 metros de altura con los que no va a realizar ningún rescate en el mar, destine recursos del gasto militar para políticas civiles de acogida.
  6. Exigimos un alto el fuego inmediato en Siria y el establecimiento de corredores humanitarios supervisados por organismos civiles internacionales independientes para ayudar a las poblaciones sitiadas. Abogamos por el cese definitivo del conflicto armado y la denuncia del sistema internacional que lo ha hecho posible y alentado.

Además, manifestamos nuestro rechazo total a cualquier conflicto armado, sea cual sea su origen, ya que siempre generan consecuencias terribles en la población civil. Por ello no queremos olvidar otras guerras como la de Irak, Yemen, Sudán del Sur, Nigeria, Pakistán y tantas otras olvidadas, y a los millones de personas inocentes que sufren su barbarie.

Esto es sólo un primer paso en una nueva movilización por la paz. Miramos hacia el 15 de febrero, aniversario de las protestas globales contra la guerra que tuvieron lugar en 2003.

¡No nos cansaremos de gritarlo por todos los medios al alcance de los hombres y mujeres de a pie!

¡NO A LA GUERRA!