Hace justo ahora 35 años veía la luz en la ciudad de Zaragoza un dossier, titulado «Defensa Popular Noviolenta» (con un amplio apartado dedicado a «Situaciones históricas de resistencia noviolenta») difundido por un laborioso colectivo antimilitarista entonces denominado COA-MOC (grupo local del Movimiento de Objeción de Conciencia) que ahora conocemos por el nombre de Mambrú, ya con el que fue el principal responsable de llevar a buen puerto la idea de crear esta web. La publicación de ese informe significó que, aun dos décadas antes de que tuviese un importante impacto a nivel internacional en el mundo anglosajón el trabajo de las americanas Chenoweth y Stephan, que demostraba empíricamente la efectividad de la resistencia civil, ya corría por tierras de habla castellana ese recopilatorio de situaciones históricas, en su mayoría grandes desconocidas, en las que la resistencia noviolenta había adquirido un notable protagonismo que luego habría intentado ser ocultado por el pensamiento militarista dominante.

En nuestro deseo de dedicar el año 2024 a destacar esa realidad efectiva de la resistencia noviolenta en la resolución pacífica de los conflictos a lo largo de la historia, recuperamos hoy un material que, en su versión en papel, fue cedida el pasado 24 de noviembre de 2023 al Archivo de la Democracia de la Universidad de Alicante, dentro del enorme fondo documental gestado durante décadas por el colectivo Mambrú en la ciudad aragonesa. Del acto de agradecimiento de esa universidad por la cesión llevada a cabo ese día, queremos destacar la intervención realizada por el colectivo antimilitarista Mambrú que incidía en la necesidad de «salvaguardar la memoria de otros movimientos, de otras no menos históricas acciones y campañas a lo largo y ancho del planeta«.

…destacar la intervención realizada por el colectivo antimilitarista Mambrú que incidía en la necesidad de «salvaguardar la memoria de otros movimientos, de otras no menos históricas acciones y campañas a lo largo y ancho del planeta».

En la redacción no nos gusta hablar sobre las acciones colectivas de resistencia noviolenta centrándonos en los liderazgos que se suelen difundir, habitualmente masculinos, de algunas de las personas que las llevan a cabo. Desdibujan esa misma potencia colectiva de la mismas, pero esa optica era un desafortunado hábito arraigado por entonces, y aún hoy, en numerosos movimientos sociales y políticos, y en ese determinado contexto histórico, con importantes sesgos de género, a la hora de describirlas que, por fortuna, se ido superando, al menos en el caso del que hablamos. El valor de este dossier, por tanto, hemos de calibrarlo desde esa perspectiva crítica para quedarnos con la potencia de la resistencia noviolenta en si misma, puesta en marcha en cada una de las situaciones y no tanto en la peripecia vital (con sus personales luces y sombras) de quienes han sido considerados sus líderes durante muchas décadas.

Es por ello que hemos introducido diversos cambios en la redacción del artículo, ampliando detalles tanto de las circunstancias como de las personas participantes en esas situaciones históricas y habilitando enlaces e imágenes que ahora permiten bucear más en los contenidos a quien lo desee, lo que en 1989 era mucho más complicado que hacer «click» desde un ordenador como hacemos ahora…

Texto extraído del dossier Defensa Popular Noviolenta
COA-MOC. Proyecto AUPA, Zaragoza 1989.
Revisado por Mambrú en 2024.

(Nota de mambru.info: ésta es la introducción original al dossier)

El «Proyecto AUPA (Autogestión para la Paz)», autor de este dossier, un es grupo de personas objetoras de conciencia de Zaragoza que, dentro del Colectivo de Objeción y Antimilitarismo (Movimiento de Objeción de Conciencia), desarrollan una labor orientada fundamentalmente a la investigación teórica y práctica de alternativas noviolentas. El primer fruto de esta labor es este dossier sobre «Defensa Popular Noviolenta» que tienes en tus manos, elaborado durante el período 1987-1989, en reuniones periódicas para reunir materiales, intercambiar ideas, debatir conceptos y redactar los distintos capítulos del mismo.

Las personas que han intervenido en el dossier, ya sea en la redacción final de los contenidos, o en el trabajo previo de recopilación y debate, han sido: Julio Angosto, Tomás Arauzo, Koldo Asensio, Carmen Cob, Iñaki Imaz, Agustín Iturralde, Vicente Melús, Juan Carlos Rodríguez, Alfredo Roy, Tomás Sancho, José Miguel Vipond y Luis Viu.

Situaciones históricas de resistencia noviolenta

Conocemos más o menos bien la historia de la violencia y las guerras, porque es la que nos enseñaron en la escuela. Nos han explicado que «los romanos» edificaron un vasto imperio gracias a la fuerza de sus legiones; que por donde pasaba el caballo de Atila nunca más volvía a crecer la hierba. Nos han relatado la derrota de la Armada Invencible, y nos han enseñado a admirar el genio estratégico de Napoleón o Rommel. Por eso la idea de que los pueblos necesitan un ejército nos suena perfectamente natural, y eso de la “defensa noviolenta” parece un tanto fuera de lugar, como importado de otra galaxia…

Y sin embargo la noviolencia también tiene su historia. Una historia modesta, quizás balbuceante, y desde luego bastante ignorada, pero sin duda existe. Es la historia de los miles de hombres y mujeres que han luchado a lo largo de la historia por un ideal de justicia frente a la barbarie y dominación del poder. La historia que día a día escriben calladamente los pueblos que no se resignan a ser absorbidos por un sistema depredador y defienden la cultura de sus gentes. Una historia seguramente menos espectacular que la que viene reseñada en los libros de texto, pero en cualquier caso no menos importante.

También hay gentes heróicas de la noviolencia, y posiblemente de una talla moral mayor que la de los «héroes de guerra». Se desconoce el número exacto de moros que tuvo que descuartizar Fernando III, el Santo, para figurar en el santoral, pero es seguro que ninguno de los señalados históricamente como héroes de la noviolencia alcanza esta cifra. Nombres como Gandhi, Luther King etc. disfrutan ya del reconocimiento universal, y nadie pone en duda el valor de sus ejemplos. Pero si quisiéramos escribir la “contrahistoria” de la noviolencia, estos nombres apenas deberían ocupar espacio. Esta historia estaría llena de personas heróicas anónimas, «soldados desconocidos» del gran monumento nunca erigido en honor de las personas luchadoras por la paz y la justicia con armas pacíficas y justas.

Este dossier se dedica a la constatación de ejemplos contemporáneos de luchas noviolentas en distintos terrenos: la lucha contra la opresión económica, contra el colonialismo, contra las dictaduras, contra invasiones, contra golpes de estado etc. Hemos recogido un muestrario de situaciones en las que la noviolencia ha ocupado un papel principal, dentro siempre de las limitaciones que la han rodeado. La mayor parte de las veces en que los pueblos han optado por la noviolencia como método de lucha se han visto impelidos a ello de forma improvisada en gran medida, con grandes carencias de organización y preparación; aunque ello no significa que su elección fue casual; algo tenían esos pueblos que les condujo a la acción noviolenta frente a los poderes que quisieron imponerles otras formas de pensar o de vivir.

Índice (ver aquí el orden, y próximamente enlaces, de las siguiente entregas):

NOVIOLENCIA FRENTE A LA OPRESIÓN ECONÓMICA

La Marcha de la Sal

El originario «sí se puede» de Dolores Huerta y Cesar Chávez

NOVIOLENCIA FRENTE A GOLPES DE ESTADO

El Putsch de Kapp

El golpe de Primo de Rivera.

El Golpe de los generales franceses.

NOVIOLENCIA FRENTE A LA DICTADURA

El pueblo húngaro frente al dominio austríaco.

Resistencia de Finlandia frente a Rusia.

Casos de resistencia frente al nazismo.

Lucha de oposición en Latinoamérica.

NOVIOLENCIA FRENTE A LA INVASION

Resistencia danesa a la ocupación alemana.

La población noruega contra Quisling.

Resistencia en Checoslovaquia: Primavera de Praga de 1968.

NOVIOLENCIA FRENTE A LA OPRESIÓN ECONÓMICA

La Marcha de la Sal

Dentro de las campañas “Satygraha” promovidas por Gandhi en contra del Imperio Británico se encuentra el capítulo de la “Marcha de la Sal”. Debido al boicot contra las mercancías inglesas surgió un grave problema de deterioro económico para el Imperio Inglés en India. Una de las soluciones llevadas a cabo por los empresarios y autoridades inglesas fue la de transportar sal en los barcos que empezaban a llegar a la India de vacío, para crear, de este modo, un monopolio sobre este mineral básico para la alimentación, gravando así patéticamente un producto indispensable para la población campesina (tanto para ella misma, como para su ganadería).

Este acto de opresión y humillación conduciría a Gandhi a una nueva lucha noviolenta: la “Marcha de la Sal”; lucha que acabaría covirtiéndose en símbolo de liberación nacional para la India.

Partió a pié de Sabarmati, el 12 de marzo de 1930, para llegar doce días después al océano, tras recorrer 300 km. a lo largo de los cuales un pequeño grupo marginal un principio, se fue convirtiendo progresivamente en una interminable procesión de peregrinaje en pos de la independencia. A la orilla del mar, Gandhi recogió un puñado de sal marina, no contaminada por los impuestos, y exhortó al pueblo indio a la desobediencia civil frente al delito de fabricar, vender, guardar o transportar sal. Este hecho tuvo amplísima repercusión.

Resistencia noviolenta en acción: El antimilitarista Eduardo Cordero, disfrazado de Gandhi, ‘toma’ junto a otros insumisos la garita del Gobierno Militar de Bilbao/ Foto: MOC.

Ésta, que tambaleó de nuevo al país, sacó a la luz hechos violentos y noviolentos entre los cuales cabe destacar por su simbolismo los siguientes:

Entre los numerosos asaltos a almacenes de sal, tenemos el de Gujarat. Gandhi comunicó al virrey con antelación que iban a ser asaltados, y por ello fue detenido. Pero eso no detuvo la acción. Aquel día, cientos de personas se dirigieron inermes contra la policía armada que rodea los almacenes cayendo, fila tras fila, derribados a golpes y arrojados a las zanjas, para ser reemplazadas por otras resistentes. Su única fuerza residía en su convicción de “resistencia pasiva” frente a la violencia y la represión.

Otro ejemplo de gran significación lo tenemos en Barisal. La muchedumbre enfurecida se revolvió contra la violencia frente a la policía que, atemorizada, se refugió en una escuela, la cual fue cercada e incendiada por las masas. Cuando todo se encaminaba hacia un irreparable holocausto, se acercaron de forma resuelta satyagrahis (gente discípula de Gandhi que practicaban la desobediencia civil con métodos noviolentos) y salvaron a los policías de una cruel muerte aún con riesgo a sus vida, y dejando perpleja a la multitud enfurecida.

El originario «sí se puede» de Dolores Huerta y Cesar Chávez

Dolores Huerta y Cesar Chávez eran dos de las muchas personas chicanas que trabajaban en los Estados Unidos, Dolores como maestra y César como trabajador migrante del campo. Las sociedades propietarias de viñedos en California utilizaban esta población de origen mexicano, prototipo de proletario desorganizado y superexplotado, como mano de obra barata. Huerta y Chávez realizaron entre esta población chicana un largo trabajo de concienciación y organización que culminó como uno de los más grandes movimientos de resistencia noviolenta. Ella fue la creadora del lema “Sí se puede” empleado por vez primera como lema de movilizaciones.

Dolores y César impulsaron la fundación en 1962 de la actual «Unión de Trabajadoras y trabajadores campesinos» (en inglés conocida como: United Farm Workers of America; o, simplemente: United Farm Workers [UFW]), el primer gremio rural con éxito en la historia de EE.UU.

Ese sindicato convocó una huelga, pidiendo a la población obrera agrícola que se mantuvieran dentro de los principios y métodos de la resistencia noviolenta. Los terratenientes pudieron, sin embargo encontrar personas trabajadoras que necesitaban dinero por pura supervivencia, y con ellas se aseguraron la cosecha de uva. Entonces se decidió boicotear el comercio de uva mediante piquetes en las entradas de los supermercados de las principales ciudades de los Estados Unidos para explicar al público las razones de la huelga.

Todo el movimiento estuvo inspirado en los métodos de Gandhi y Luther King. Las personas huelguistas tuvieron que soportar la violencia de los matones y agentes de seguridad de los propietarios y además fueron acusadas de perturbar el orden público. El presidente Nixon tomó partido en favor de los propietarios. Sin embargo el envío de cargamentos a Inglaterra fue boicoteado por los sindicatos de la estiba, que se negaron a desembarcarlos en solidaridad con la clase obrera chicana. Tras una huelga y un boicot que duraron más de cinco años, los propietarios cedieron y firmaron un convenio digno con las obreras y obreros agrícolas.

Agosto de 1970. Piquetes sindicales durante la histórica huelga de la uva «joya». Imagen de Paul Sequeira de dominio público.

El movimiento no estuvo exento de riegos de ceder a la provocación y usar la violencia; hasta el punto en que Chávez tuvo que ayunar durante veinticinco días para lograr que los obreros, especialmente los más jóvenes (en los que veía una cierta pulsión cultural machista ha esa tendencia a la expresión vioenta), se mantuvieran en la resistencia noviolenta. Fue durante durante esa huelga de hambre cuando Huerta lanzó el lema Sí se puede.

Chávez declaró que el éxito de la huelga se debió a “la presión” y que era difícil “que los propietarios se convirtieran cuando entre ellos y nosotros hay una cuestión de dinero”. Por otra parte, aseguró haber “tocado el corazón de los propietarios” ya que “su corazón es su cartera”, y el boicot había tocado la cartera de los propietarios.

Fin de la primera entrega.

Próxima entrega: NOVIOLENCIA FRENTE A GOLPES DE ESTADO



Lo que recuerdo del proyecto AUPA

Por José Miguel Vipond García

Chema Mendoza, in memoriam

Si mi memoria no me falla, creo que las primeras reuniones donde se gestó el proyecto tuvieron lugar, a comienzos del año 1987. Nos juntábamos los sábados por la mañana en la sede del COA-MOC de Zaragoza, que entonces estaba en la calle Coso… Recuerdo que el maestro Chema Mendoza, promotor en los primeros años 80 del Colectivo por una Alternativa Noviolenta (CAN), asistió a alguna de aquellas primeras reuniones; aunque luego, por motivos profesionales, su presencia no tuviera continuidad –y de ahí que su nombre no figurase en los créditos de lo que luego sería el dossier AUPA sobre defensa popular noviolenta-. Puedo asegurar que fue precisamente Chema el que propuso para el proyecto el nombre de “Autogestión para la Paz”, argumentando que la sigla resultante (AUPA) sugería una expresión de dar ánimos, de levantarse y caminar, etc. Pienso que es de justicia hacer constar nuestra deuda con él.

En los primeros meses, barajábamos varias opciones sobre las que podíamos trabajar, todas relacionadas con la idea de plasmar las posibilidades de potenciar la cultura de la paz en distintos ámbitos sociales… Pero finalmente centramos nuestros esfuerzos en la tarea de investigar sobre alternativas noviolentas a la defensa militar. En la sede del COA ya existía un incipiente fondo bibliográfico sobre el tema: nos propusimos aumentarlo y, sobre todo, estudiarlo a fondo.

… Pero finalmente centramos nuestros esfuerzos en la tarea de investigar sobre alternativas noviolentas a la defensa militar

Básicamente, nuestro punto de partida fueron textos de Jean Marie Muller, de Gonzalo Arias…, las revistas Oveja Negra, La puça i el generalPor esas mismas fechas, o un poco antes, habían salido en Zaragoza otras revistas de temática pacifista y antimilitarista, por iniciativa de gente cercana, del propio COA (Mambrú y Stopcontrol) o del Colectivo por la Paz y el Desarme (En pie de paz). Así que no estábamos para nada huérfanos en los inicios de nuestra andadura… También incorporamos abundantes ideas extraídas de libros de autores extranjeros, que entonces eran de reciente publicación en España, al calor del auge del movimiento antinuclear y anti-OTAN. Más de una tarde los miembros de AUPA nos sumergíamos en los anaqueles de la librería Cálamo, a ver qué novedades editoriales encontrábamos por allí… Destacaría en esa línea los textos de Petra Kelly, Galtung y Boserup que figuran en la bibliografía del dossier. A decir verdad, lo nuestro no fue en absoluto original, aunque sí tuvo el mérito de recopilar información que por aquel entonces estaba un tanto desperdigada y no resultaba de fácil acceso para las personas interesadas en temas de paz y noviolencia.

Para la primavera del 89 ya teníamos el contenido del dossier listo para enviarlo a imprenta. Visto en perspectiva, tendríamos que autocriticarnos por tardar más de dos años en parir a la criatura… Pero podemos alegar en nuestra defensa (noviolenta, claro) que aquellos fueron años de intenso activismo antimilitarista, en plena campaña de desobediencia a la Ley de Objeción, con los objetores sobrevenidos, las primeras presentaciones de insumisos, etc. Muchos sábados tuvimos que suspender la reunión de AUPA porque, a esa misma hora, tocaba sentada en Capitanía, ocupación de la sede del PSOE, sorteo de quintos (de cerveza), manifestación anti-mili…

Digamos que, en un marco relativamente amplio de luchas sociales, pusimos nuestro granito de arena haciendo una primera edición, aunque fuera con precarios medios, del dossier en torno a las situaciones históricas en las cuales la resistencia noviolenta ha mostrado sus enormes posibilidades de transformación de realidades injustas. Pienso que tenemos motivos para congratularnos de haber llevado a buen término aquel bonito proyecto.

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