La gente ucraniana desarmada que cambia las señales de tráfico, bloquea los tanques y se enfrenta a los militares rusos están demostrando la valentía y brillantez estratégica de su resistencia civil. (Fuente: El arma secreta de Ucrania puede ser la resistencia civil.)

Daniel Hunter

Como era de esperar, gran parte de la prensa occidental se ha centrado en la resistencia diplomática o militar ucraniana a la invasión rusa, incluida la entrega de armamento a la ciudadanía para patrullar y proteger.

Estas fuerzas ya han demostrado ser más fuertes de lo que esperaba el presidente ruso Vladimir Putin, y están desbaratando sus planes con gran valentía. Por ejemplo, Yaryna Arieva y Sviatoslav Fursin se casaron entre sirenas de ataque aéreo. Justo después de sus votos matrimoniales, procedieron a inscribirse en el Centro de Defensa Territorial local para defender su país.

La historia demuestra que el éxito de la resistencia contra un oponente militarmente más fuerte a menudo requiere una amplia variedad de resistencia, incluida la de quienes actúan sin armas, un papel al que a menudo se presta menos atención, tanto por parte de los principales medios de comunicación como de los oponentes maníacos obsesionados con el poder.

Sin embargo, aunque la rápida invasión de Ucrania por parte de Putin ha dejado mucha conmoción, la población ucraniana está demostrando lo que la gente desarmada también puede hacer para resistir.

Sin embargo, aunque la rápida invasión de Ucrania por parte de Putin ha dejado mucha conmoción, la población ucraniana está demostrando lo que la gente desarmada también puede hacer para resistir.

Una señal de tráfico retocada con Photoshop que lleva el mensaje sugerido por el gobierno ucraniano a los rusos: «Vete a la mierda».

Poner las cosas difíciles a los invasores

En este momento, el libro de jugadas de los militares rusos parece centrarse principalmente en destruir la infraestructura militar y política de Ucrania. Los militares del país y población civil recién armada, por muy heroicca que sea, son factores conocidos para Rusia. Al igual que la prensa occidental ignora la resistencia civil desarmada, los militares rusos parecen no estar preparados ni ser conscientes de ello.

A medida que la gente va superando la conmoción de los últimos días, es esta parte desarmada de la resistencia la que está ganando impulso. La agencia responsable de las   carreteras, Ukravtodor, pidió a «todas las comunidades territoriales y gobiernos locales que comiencen inmediatamente a desmantelar las señales de tráfico cercanas». Hicieron hincapié en esto con la imagen de una señal de carretera manipulada con photoshop y rebautizada: «Que te jodan» «Otra vez que te jodan» y «A Rusia que te jodan». Distintas versiones cuentan que esto está ocurriendo en la vida real. (El New York Times también ha informado sobre los cambios en las señales).

Esa misma agencia animó a la gente a «bloquear al enemigo por todos los métodos disponibles». La gente está utilizando grúas para mover bloques de cemento en el camino, o la ciudadanía normal está colocando sacos de arena para bloquear las carreteras.

El medio de comunicación ucraniano HB mostró a un joven que utilizaba su cuerpo para interponerse físicamente en el camino de un convoy militar que atravesaba las calles. El hombre, que recuerda al «hombre tanque» de la plaza de Tiananmen, se puso delante de los camiones que circulaban a toda velocidad, obligándolos a girar a su alrededor y a salirse de la carretera. Desarmado y sin protección, su acto es un símbolo de valentía y riesgo.

…se puso delante de los camiones que circulaban a toda velocidad, obligándolos a girar a su alrededor y a salirse de la carretera.

Un ucraniano desarmado bloquea un tanque ruso en Bakhmach. (Twitter/@christogrozev) 

De esto se hizo eco un individuo en Bakhmach que, de forma similar, puso su cuerpo delante de los tanques en movimiento y se lanzó repetidamente contra ellos. Sin embargo, parece que mucha gente partidaria estaba grabando, pero no participando. Merece la pena señalar este hecho porque, cuando se ejecutan conscientemente, este tipo de acciones pueden desarrollarse rápidamente. La resistencia coordinada puede extenderse y pasar de actos aislados inspiradores a actos decisivos capaces de rechazar el avance de un ejército.

Los informes de las redes sociales más recientes muestran esta falta de cooperación colectiva. En vídeos compartidos, comunidades desarmadas se enfrentan a los tanques rusos con aparente éxito. En este dramático enfrentamiento grabado, por ejemplo, los miembros de la comunidad caminan lentamente hacia los tanques, con las manos abiertas y, en su mayoría, sin mediar palabra.  El conductor del tanque no tiene autorización ni interés en abrir fuego. Optan por la retirada. Esto se repite en pequeñas ciudades de toda Ucrania.

Estas acciones comunales suelen ser llevadas a cabo por grupos de afinidad, pequeñas células de amistades con ideas afines. Dada la probabilidad de represión, los grupos de afinidad pueden desarrollar métodos de comunicación (asumiendo que el servicio de Internet/teléfono móvil será cortado) y mantener un nivel de planificación ajustado. En las ocupaciones a largo plazo, estas células también pueden surgir de las redes existentes: escuelas, iglesias/mezquitas y otras instituciones.

La resistencia coordinada puede extenderse y pasar de actos aislados inspiradores a actos decisivos capaces de rechazar el avance de un ejército.

George Lakey defiende la no cooperación total de la ciudadanía ucraniana con una fuerza invasora, [Nota de mambru.info: el mencionado artículo de Lakey, Ucrania no necesita igualar el poderío militar de Rusia para defenderse de una invasión será publicado traducido aquí en breve] citando a Checoslovaquia, donde en 1968 la gente también cambió el nombre de las señales. En algún caso, cientos de personas con los brazos enlazados bloquearon un puente importante durante horas hasta que los tanques soviéticos se dieron la vuelta en retirada.

El tema era la no cooperación total siempre que fuera posible. ¿Necesitas petróleo? No. ¿Necesitas agua? No. ¿Necesitan direcciones? Aquí están las equivocadas.

Los militares asumen que porque tienen armas pueden salirse con la suya contra gente civil desarmada. Cada acto de nocooperación demuestra que están equivocados. Cada resistencia convierte cada pequeño objetivo de los invasores en una dura batalla, con acoso por todas partes.

No es ajeno a la nocooperación

Justo antes de la invasión, el investigador Maciej Mathias Bartkowski publicó un artículo con datos reveladores sobre el compromiso de ucranianas y ucranianos con la nocooperación. Señaló una encuesta «justo después de la revolución de Euromaidán y de la toma de Crimea y la región de Donbás por parte de las tropas rusas, cuando cabía esperar que la opinión pública ucraniana se mostrara firmemente a favor de defender la patria con las armas». Se preguntó a la ciudadanía qué harían si se produjera una ocupación armada extranjera en su ciudad.

La mayoría dijo que participaría en una resistencia civil (26%), justo por delante del porcentaje dispuesto a tomar las armas (25%). Lo demás eran una mezcla de personas que simplemente no sabían (19%) o decían que se irían o se trasladarían a otra región.

El campo de la resistencia noviolenta está repleto de ejemplos de cómo la moral de los soldados se reduce frente a una resistencia prolongada, especialmente cuando los civiles ven a los militares como seres humanos con los que se puede interactuar.

La población ucraniana ha dejado clara su disposición a resistir. Y eso no debería sorprender a quienes conocen la orgullosa historia y tradición de Ucrania. La mayoría tiene ejemplos contemporáneos en la memoria reciente, como se relata en el documental de Netflix «Winter on Fire» sobre la revolución de Maidan de 2013-2014 o la resistencia no violenta de 17 días para derrocar a su gobierno corrupto en 2004, como se relata en la película «Orange Revolution» del International Center on Nonviolent Conflict.

Una de las conclusiones clave de Bartkowski: «La creencia de Putin de que los ucranianos preferirían irse a casa y no hacer nada ante una agresión militar puede ser su mayor y más costoso error de cálculo político».

Debilitar la determinación de los militares rusos.

La gente habla de los «militares rusos» como si fueran una colmena de mente única. Pero en realidad todos los militares están formados por individuos con sus propias historias, preocupaciones, sueños y esperanzas. La inteligencia del gobierno estadounidense, que ha sido sorprendentemente precisa en este momento, ha afirmado que Putin no ha logrado sus objetivos durante esta primera fase de ataque.

Esto sugiere que la moral militar rusa puede estar un poco sacudida por la resistencia que ya ha visto. No es la esperada victoria rápida. Al explicar la capacidad de Ucrania para mantener su espacio aéreo, por ejemplo, el New York Times sugirió una serie de factores: un ejército más experimentado, sistemas de defensa aérea más móviles y, probablemente, una inteligencia rusa deficiente, que parecía dar con objetivos antiguos y no utilizados.

Pero si las fuerzas armadas ucranianas empiezan a flaquear, ¿entonces qué?

La moral podría volver a inclinarse hacia los invasores rusos. O podrían encontrarse con una resistencia aún mayor.

El campo de la resistencia noviolenta está repleto de ejemplos de cómo la moral de los soldados se reduce ante una resistencia prolongada, especialmente cuando civiles ven a los militares como seres humanos con los que se puede interactuar.

Ya se están mostrando pequeñas grietas. El sábado, en Perevalne, Crimea, Euromaidan Press informó que “la mitad de los reclutas rusos se escaparon y no querían pelear”.

Inspirarse en esta anciana que rechaza a los militares rusos en Henychesk, región de Kherson. Con los brazos extendidos se acerca a los soldados y les dice que no los quieren aquí. Mete la mano en el bolsillo y saca semillas de girasol e intenta ponerlas en el bolsillo del soldado, diciendo que las flores crecerán cuando los soldados mueran en esta tierra.

Se ve envuelta en una confrontación moral humana. El soldado se siente incómodo, tenso y reticente a enfrentarse a ella. Pero ella se mantiene insistente, confrontada y sin pelos en la lengua.

Aunque no sabemos el resultado de esta situación, las y los estudiosos han observado cómo este tipo de interacciones repetidas moldean el comportamiento de las fuerzas opuestas. Los propios militares son sujetos mudables y pueden ver debilitada su determinación.

En otros países, esta visión estratégica ha demostrado ser capaz de provocar motines masivos. Los jóvenes serbios de Otpor decían regularmente a sus oponentes militares: «Tendréis la oportunidad de uniros a nosotros». Utilizaban una mezcla de humor, reprimenda y vergüenza para apuntar. En Filipinas, los civiles rodearon al ejército y lo colmaron de oraciones, súplicas y flores icónicas en sus armas. En todos estos casos, el compromiso dio sus frutos, ya que gran parte de las fuerzas armadas se negaron a disparar.

En todos estos casos, el compromiso dio sus frutos, ya que gran parte de las fuerzas armadas se negaron a disparar.

Ya en su muy importante texto «Civilian-Based Defense«, Gene Sharp explicó el poder de los motines – y la capacidad de la gente civil para provocarlos. «Los motines y la falta de fiabilidad de las tropas en la represión de las revoluciones rusas, predominantemente no violentas, de 1905 y febrero de 1917 fueron factores muy importantes en el debilitamiento y la caída final del régimen del zar».

Los motines aumentan a medida que la resistencia se dirige a estos sujetos, intentando socavar su sentido de legitimidad, apelando a su humanidad, atrincherándose con una resistencia prolongada y comprometida, y creando una narrativa convincente de que la fuerza invasora simplemente no pertenece al lugar.

Ya se ven pequeñas grietas. El sábado, en Perevalne, Crimea, Euromaidan Press informó de que «la mitad de los reclutas rusos huyeron y no quisieron luchar». La falta de cohesión total es una debilidad explotable, que aumenta cuando las y los civiles se niegan a deshumanizarlos y hacen intentos por ganárselos.

La resistencia interna es sólo una parte.

Por supuesto, la resistencia civil es una pieza de un despliegue geopolítico muy grande.

Lo que ocurre en Rusia importa mucho. Tal vez hasta 1.800 que manifestaban contra la guerra fueron detenidas ( Nota de mambru.info: a 1 de marzo se estimaba la cifra en 6.000 personas detenidas) mientras protestaban en toda Rusia. Su valor y riesgo pueden inclinar la balanza y frenar a Putin. Como mínimo, sirven para humanizar a sus vecinas y vecinos ucranianos.

Las protestas en todo el mundo han aumentado la presión sobre los gobiernos para que apliquen más sanciones. Es probable que hayan contribuido a la reciente decisión de la UE, el Reino Unido y Estados Unidos de eliminar el acceso de Rusia -incluido su banco central- a SWIFT, la red mundial de 11.000 instituciones bancarias para el intercambio de dinero.

Desde muchos lugares se han convocado un gran número de boicots empresariales a los productos rusos, y algunos de ellos podrían ganar velocidad. Algunas de las presiones empresariales ya están dando sus frutos con el bloqueo por parte de Facebook y Youtube de máquinas de propaganda rusa como RT.

Sea como fuere, no se puede confiar en que la prensa generalista difunda historias de resistencia civil. Esas tácticas y estrategias tendrán que ser compartidas a través de las redes sociales y otros canales

Sea como fuere, no se puede confiar en que la prensa generalista difunda historias de resistencia civil. Esas tácticas y estrategias tendrán que ser compartidas a través de las redes sociales y otros canales. Honraremos la valentía del pueblo ucraniano, al igual que honramos a quienes resisten al imperialismo en sus múltiples formas en todo el mundo. Porque, por ahora, mientras Putin parece no contar con ellos y ellas -por su propia cuenta y riesgo-, el arma secreta de la resistencia civil desarmada de Ucrania apenas está empezando a demostrar su valentía y su brillantez estratégica.


Imagen destacada: Una mujer increpa a  militares rusos en Henychesk, región de Kherson (Twitter/ukraine_world)


Nota del editor de Waging Nonviolence: El párrafo sobre los miembros de la comunidad que se enfrentan a los tanques y los tanques que se retiran se añadió después de la publicación, al igual que la referencia al informe del New York Times sobre el cambio de las señales de tráfico.

Daniel Hunter es el director de formación global de 350.org y diseñador de planes de estudio del Movimiento Sunrise. Ha impartido formación a minorías étnicas en Birmania, a pastores en Sierra Leona y a activistas independentistas en el noreste de la India. Ha escrito varios libros, entre ellos «Climate Resistance Handbook» y «Building a Movement to End the New Jim Crow».

Nota de mambru.info: ayer 1 de marzo, las televisones de todo el mundo empezaron a emitir nuevas escenas de gente ucraniana desarmada interponiendo sus cuerpos para enfrentarse a vehículos de las tropas rusos, e intentando detener su avance.



 

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